jueves, 5 de junio de 2014

Objetivo jueves

Hoy me metí a bañar a las 2:30 am. Dormí de 3 a 5, derecho y profundo. A las 5 salté sobre el despertador y a las 5:25 salí de la cama. Aún había brasas en la locomotora. (Prendimos de vuelta la locomotora, funciona). Barrí, limpié la mesa, calenté el lugar y empecé pronto a echar harina sobre la mesa. El lugar lo había dejado listo, pero siempre hay que volver a limpiar e identificarse con la cocina, aunque hayas apagado las luces hace 3 horas.
A las 6 estaba amasando la primera masa, una chiquita, de un 1k, de harina integral. Es una harina más difícil de dejar bien amasada que la blanca. Ahora experimento amasándola unos minutos dejándola reposar otros, 3 ó 4 veces durante media hora o 40 minutos, lo que tome. A las 6:30 la dejé reposando y empecé otra masa chiquita, el equivalente a 1k con semillas. Aunque no es exactamente 1k. En realidad lleva 800gr de harina (blanca, por cierto); aunque termina pesando más que un pan integral sin semillas. Por el peso de las semillas justamente.
A las 7 la dejé reposando. A las 7:30 me di cuenta de que el cuarto estaba muy frío y prendí el horno.
A las 8:20 había bollado el pan integral y estaba por bollar el de semillas. A las 9 revisé los panes, les faltaba. A las 9:09 interrumpí la conversación para volver a revisarlos. A las 9:20 metí una bandeja después de otra. A las 9 cuarenta y pico salió la última bandeja. Minutos antes le había dicho a Fer: son cuarto para las diez, pero no se puede saber cuántos minutos antes exactamente porque no están sincronizados los dos relojes que tenemos. De todas formas el tiempo es relativo.
Hoy es jueves. Queremos entregar pan los jueves en Sierra. Fer salió a las 10:14 rumbo allá.

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