jueves, 18 de septiembre de 2014

tablas de excel

Ayer caminé más o menos por la zona que había pensado. Me pasó igual martes y miércoles: al finalizar el recorrido planeado, no había vendido ningún pan. Los dos días tuve que improvisar otros recorridos, los dos días los panes se vendieron luego luego después de la implementación de planes B posteriores y los dos días se me olvidó exactamente qué calles tomé.
En el camino pensé que si vendiera el pan a $5, muchos más me lo comprarían.
De regresó hablé horas con Fernanda sobre el tema y en la tarde hice cuentas, tablas de cuentas, gráficos de datos. Luego vi algunos tutoriales de Excel e hice más tablas con fórmulas.
Luego cenamos polenta con queso fake caro de paquetito y salsa de tomate, y después yo me quedé un ratito más hipnotizada por mis tablas aunque Fer me había pedido que lo dejara.
Hoy se levantó a las 4. Yo me desperté antes de las 8 y lo festejé.
Hoy es jueves y vendemos pan en Sierra de la Ventana. Fer llevó 6 baguettes y 3 con semillas. Hemos decidido (más o menos) que las baguettes las venderemos a $6,50.
Nos tomamos la libertad de corregir las cosas, como el precio del pan, cuando hay razones para eso.
Habíamos establecido el precio del pan basándonos en una (aparentemente generalizada) opinión de que el precio de venta del pan era igual al producto de 3 por el costo de los ingredientes. Luego corregimos el problema haciendo énfasis muy concientemente en el pago de la mano de obra. Lo que quedó fue la administración de una empresa que consideraba únicamente los ingredientes, los gastos fijos y el trabajo, con la ganancia al 0%. Con el pago del trabajo calculamos cubrir nuestros gastos personales, como el super. Pero en una corrección desmesurada de los datos, ayer reduje todo a gastos fundamentales y lo titulé MES: $3.802,00. Después calculé el aumento de los gastos según la producción. Sumé esa cantidad a nuestros gastos y le llamé "COSTOS TOTALES". Según se incrementan los costos adicionales por hacer pan (sin considerar el pago de la mano de obra sino únicamente los costos estrictamente necesarios como ingredientes, gas y transporte de la harina), se incrementan también los ingresos. A los ingresos les resté los costos totales. Enter: 858 panes al mes para poder venderlos a $6,50. Antes había hecho otras tablas. Esta vez calculé todo con base en los kilos de harina trabajados, no en el número de panes, y con base en el mes, no en el día; y extendí todo hasta casi 400 k de harina. No necesita entenderlo y además quizá lo explique otro día.
Lo importante es que en esta cosa que se llama *análisis comparativo de datos* encontré que:
  • Si compartimos 1 lt de cerveza todos los días, hacemos 858 baguettes al mes y las vendemos a $6,50 cada una, incluso tendríamos una ganancia total de $8, al mes. Eso serían 36 panes al día. Si cada uno compra un par de panes todos los días, necesitaríamos 18 clientes. ¿Podemos encontrar 18 personas al día que quieran dos baguettes nuestras casi a precio de panadería?
  • En cambio si cada una de nosotras se toma una cerveza al día todos los días del mes, necesitamos hacer 990 baguettes, o sea 41 baguettes al día, durante 24 días al mes.
Fernanda no quiso saber nada más de números. A las 10 de la noche dijo que si esa tabla era cierta, no volvería a vender pan jamás. Pese a todas las inclemencias, incluso las que me llegaban del entrepiso de arriba pidiéndome que desenchufara la máquina del capitalismo, hice algunos cálculos cambiando el número de horneadas y tomando otros tutoriales en internet.
  • No obstante, aún si consideramos la cerveza para cada quién, si 26 personas nos compraran todos los días medio kilo de pan, tendríamos una ganancia al mes de mil pesos.
Entrada la noche, cuando me escurrí entre las sábanas y le comenté entre sueños que en algún lado había visto que sólo necesitábamos encontrar 20 personas que quisieran pan a 6 con cincuenta, me creyó. Y hoy en la mañana se fue al pueblo de al lado a venderlo.
Por mi parte enseguida comenzaré a pensar cómo puedo explicar alguna vez nuestros (mis) procedimientos para calcular los precios y/o saldré al jardín a continuar arreglando el pasillo, que hace sol. En todo caso, el recorrido probable del pan mañana viernes por la villa es el siguiente, dibujado en naranja:

Recorridos del martes, miércoles y viernes de esta semana

En naranja el recorrido del viernes.
En morado y amarillo los recorridos de ayer y antier, no respectivamente.
Hoy no hay recorrido por la villa. Porque hoy es jueves y los jueves vendemos pan con semillas (y ahora también baguettes) en Sierra de la Ventana.
Tengan buen día.

1 comentario:

  1. Soy una anónima -¿qué importa el nombre?- que quiere comentar. Cuando con el corazón en la mano ponemos en algo la intención y ese algo está teñido de amorosidad, el universo nos echa la mano y, cual magia -o milagro-, aquello en lo que pusimos forvorosos la intención, cuaja. Mas, como dice el adagio: "Ayúdate, que yo te ayudaré"; el universo nos facilita las cosas cuando ve nuestro empuje definido y demostrado a las claras. Lo que deseemos, tendremos, con la venia del cosmos, siempre que ante todo lo tengamos claro, y provenga de corazón.

    Hacer cuentas y más cuentas, cálculos y más cálculos, al cabo lo que nos puede causar son cálculos de otro tipo, y, si bien no quiere esto decir que hacer cuentas sea ocioso, lo cierto es que nos mina y agota, y a fin de cuentas dichos cálculos se nos salen de control; cosas así pasan. Mas existe la opción alterna, que no sólo es alterna como opción sino en sí una percepción alterna: confiar en la ayuda estelar. Yo no sé "a ciencia cierta" cómo ello ocurre, mas sí que ocurre, como si las cosas nos cayeran del cielo. Hay que aclarar que no se trata de "plan con maña"; este tipo de peticiones ha de ser de corazón, espontánea y sincera, auténtica, honesta, congruente, y, en suma, de cariz amoroso. Siendo así, te diría, y a todo el mundo: Pide y te será concedido. Con absoluta seguridad. Solicita guía, que se te abran caminos, que se te facilite aquello en lo que has puesto la intención. Serás oída por la inmensidad cósmica, y auxiliada. Con paciencia, verás que esa ayuda arriba cuando menos te lo esperas.

    No es una locura. O sí: una bellísima locura. Una locura de amor, que, un día, y otro, y otro más, toca a nuestra puerta, en aras de contribuir a complacer nuestros deseos de bienestar. Por ti, por todos.


    Ponlo en práctica; verás cómo es así. Simplemente expresión de amor.

    Saludos!

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